REÍRME Y VIVIR DE NUEVO

Me visto poco a poco pensando en cada detalle, llevaré tacones, medias y ligueros, no habrá más ropa interior, una falda negra y chaqueta blanca con bordes negros, algún complemento. Espero su llamada avisándome de que llega y entonces bajo, me subo al coche y le beso sujetando su cara con cariño. Paramos para tomarnos un café y charlamos a la vez que comenzamos a reírnos como siempre, con esa complicidad que nos envuelve, luego me abraza mientras me besa y subimos al coche, necesitamos intimidad, porque deseamos comernos a besos el uno al otro y hacer el amor. Una vez llegamos a casa bromeamos mientras nos vamos desnudando el uno al otro, parecemos dos quinceañeros, lo tiro en la cama y me pongo a su lado besándole y acariciando su cara, hay tanto deseo.....Nuestro sexo es increíble como desde el primer día, con esa mezcla, de pasión, deseo, complicidad y ambos terminamos saciados, rozando cada cm del cuerpo del otro, charlando y riendo. Como siempre.

                     UNA PLACENTERA MAÑANA

Por fin llegó el día de conocerse íntimamente, los dos estaban nerviosos, algo inquietos, el deseo les podía; ella llevaba muy poca ropa, pero él estaba vestido por completo, ella le desnudó poco a poco y se tiraron en la cama poseídos por la pasión. Se exploraron mutuamente, como si fuesen a reconocerse, ella no paraba de reír, estaba pletórica, charlaban, tenían sexo, volvían a charla y a reír, otro rato de sexo. Las horas pasaban y ellos no querían separarse, ojalá el reloj no moviese sus agujas, pero como todo lo bueno, la mañana también llegó a su fin y con ella la despedida, debían volver cada uno a sus quehaceres, se besaron de nuevo con pasión antes de despedirse.
Cuando ella se quedó sola volvió a pensar en las mismas sensaciones que había tenido antes de esa mañana,¿es un espejismo?¿desaparecerá?porque no cree que pueda haber encontrado a un hombre como él...

¿UNA CITA?      

Le resulta extraño volver a salir con alguien después de tanto tiempo, le hace gracia cuando él dijo al principio que necesitaban tener más citas para conocerse, pero en ésta ocasión la cita es especial, se pone delante del espejo buscando que ponerse, hay prendas que tiene claras, otras no tanto. Se decide por un vestido negro y cinturón, el liguero y las medias ya están sobre la cama(también negros), irán acompañados de ropa interior del mismo color, algo de maquillaje y zapato de tacón.                                                                                                

Le manda un mensaje diciendo que ya ha llegado, se besan al entrar en el coche y su destino en principio es un restaurante, la conversación es amena, los dos se encuentran a gusto, se acarician, se ríen, robándose algún beso de vez en cuando. Al terminar se van al hotel donde pasarán la noche, entran de la mano, notando el calor el uno del otro en cada paso, besándose en el ascensor, la pasión les puede, casi desde el día que se conocieron. Entran en la habitación y ella se deja desnudar con suavidad, le gusta, necesita sentir que es verdad, él la va llevando y ella nota cada vez más deseo, más placer en cada caricia; hacen el amor como si se conociesen, como si sus cuerpos se hubiesen visto sin secretos durante años, de una forma increíble mezcla de pasión, cariño, deseo y complicidad, hasta caer exhaustos....                                                                        

                                         ANOCHECER

Me recoge en su coche en una tarde primaveral, está a punto de ponerse el sol y nos acercamos a una zona de playas con unas cervezas por compañía, cuando llegamos estiramos la toalla y nos damos un baño, puedo sentir de nuevo el tacto de piel mojada(me encanta), nos besamos y acariciamos, todavía hay gente en la playa y nadamos un poco. Luego salimos y caminamos de la mano por la orilla, contándonos como nos ha ido la semana, riéndonos, su voz y el ruído de las olas hacen una combinación extraordinaria.
Nos sentamos en las toallas y brindamos con una cerveza, poco a poco la playa se queda desierta en una noche sin igual, empieza a acariciarme el cuello mientras me besa y sus manos continúan descubriendo mi cuerpo una vez más, empieza a poseerme con pasión, con ese deseo que nos persigue, necesito a ese hombre que me hace sentir placer de esa manera, olvidarme del resto del mundo y perderme en sus brazos.
Volvemos al agua tras hacer el amor, el contraste del calor de nuestros cuerpos y el frío del agua provoca una extraña sensación agradable, nos abrazamos, nos besamos y volvemos a hacer el amor en agua dulcemente, antes de salir del agua me quedo en la orilla viendo la luna y siento como me tapa amorosamente con la toalla abrazándome....

 

                                             SU SUAVE PIEL

Llego a su casa y empieza besarme como siempre desde que entro, con cariño, suavemente y poco a poco empezamos a desnudarnos. Me encanta esa sensación en él de necesitar que lo abracen, que lo mimen, que le den cariño; porque es precisamente lo que yo también necesito. Empezamos a acariciarnos y hacernos el amor con la misma suavidad y dulzura con la que hace todo, pero es puro placer llevado al máximo.
Se levanta tras besarme y prepara un baño, mientras vuelve conmigo a la cama hasta el momento en el que el agua está a punto, me acompaña a la bañera  donde yo entro primero y él entra luego poniéndose delante de mí, apoya su cabeza en mi hombro y con una toalla pequeña como en épocas antiguas le voy mojando y retorciendo el chorro de agua que cae de la toalla sobre su pecho; charlamos, nos reímos, beso su frente...
Cuando volvemos a la cama le doy un masaje con aceite como a él le gusta, su piel ya es suave, pero el aceite le da una suavidad y olor especial, mis manos van solas a la ve que él se deja en su momento de rélax. Volvemos a hacer suavemente el amor, fuera se escucha llover fuertemente, nosotros sólo hemos disfrutado de una tarde extraordinaria de sexo, cariño y rélax.

                               DESEAR Y SENTIRSE DESEADA

Sin duda es la base de toda relación sexual, desear a la persona con la que estás y que ella te desee a ti, que a pesar de la distancia, tal vez de no poder ser nada más que amigos o amantes por decisión propia de ambos exista esa pasión, ese deseo, esa necesidad de compartir pequeños momentos de felicidad en los que sólo existe vuestro mundo.
No sé para vosotros, para mí, el sexo es un juego entre dos personas, un juego de seducción, donde se mezclan caricias, un poco de charla, risas y mucha complicidad; si todos estos factores se dan la relación será perfecta mientras las dos personas quieran y lo tengan claro.
Pero saber que hablas con él y en ese momento está deseando tenerte al lado, que aunque no estés cerca te desea sólo con hablarte resulta alagador para cualquier mujer y esas tonterías de antaño de que nosotros no sentimos lo mismo.....una mujer desea igual que ellos, le oyes o le lees y tus hormonas se revolucionan, tienes ganas de besarle, acariciarle, sentirle.
Y sí, caballero, quiero que vuelvas a dejarme sin siesta y dejar boquiabiertos a mis seguidores como dices tú, lo siento por ti.

                              UNA TARDE ESPECIAL

Recibe un mensaje ¿algo importante que hacer ésta tarde?, ella responde que iba a echar una siesta, ¿prefieres perderte conmigo y una tarde de mimos?, sin pensarlo le dice que sí y se prepara hasta que llegue a recogerla...
Sitio romántico, música, se besan,se acarician; ambos necesitan esa tarde de relax hace tiempo. Le gusta su compañía, la relaja, la hace reír, es educado, ambos con las mismas carencias. La tarde transcurre entre abrazos, besos, sexo, charlas, risas, complicidad, un relajante baño en el jacuzzi; a ella siempre le han gustado las cosas claras, la complicidad que empiezan a tener le gusta, esa peculiar forma de darle los buenos días y su sonrisa....Pero ambos son conscientes de lo que tienen y sin duda eso, es lo mejor que tienen.